Hola chicos y chicas muchas veces como no tengo material para publicar, he decidido ir publicando cositas que pienso, es decir, que me invento para entretener, para "rellenar" esos espacios que muchas veces hay.
Comencemos con la micro historia de hoy, que tiene pinta de un cuento. ATENCIÓN: Los nombres y algunos lugares son inventados sin coinciden es pura casualidad y avisarme para cambiarlo POR FAVOR.
Mi nombre es Carolina Dominguez Caro, una chica normal de 14 años de edad y quiero contaros un suceso que me ocurrió el último día de instituto...
Recuerdo de ese día como si fuese ayer... un 22 de junio era, las clases ya las habíamos acabado y en realidad, solo fuimos a recoger las notas y prácticamente de como fue el curso.
Pase un día estupendo aquel día por la mañana con mis dos compañeras Lucía y Laura, estaba algo triste en el fondo, porque hasta septiembre lo mas seguro es que no las volviese a ver mas, pero incluso así nos reímos mucho y la pasamos bien las tres juntas.
llegó las 14:10h nos entregaron las notas, la verdad que saqué unas notas excelentes y deseaba llegar a casa para enseñarle a mi madre y darla una gran alegría para que olvidase un poco de sus problemas y enfermedades que tenía...
PFFFFFF ese autobús del demonio que nunca llegaba.... hasta las 14:30h no llegó y la verdad, no estaba muy lleno, la mayoría vinieron en el coche a por las notas y luego se fueron, puedo calcular que estábamos como unos... no se... 8 o 9 incluyendo al conductor.
Ese viaje... ese viaje no le olvidare jamas en la vida... enserio, ahora os diré el porqué.
Estaba el autobús prácticamente vacío y cada uno estábamos "sentados" en un asiento solos, digo "sentados" porque en realidad estábamos dando botes y cambiándonos de sitio, estaba muy animado el autobús, todos contentos, mejor que cualquier día que estuviese lleno.
Recuerdo que sonaba una canción muy movida en el autobús y nos pusimos todos a cantar....
cuando de repente se produjo un gran silencio... en efecto, hubo un fatídico accidente, hemos fallecido seis personas, y sí, digo que hemos fallecido, porque yo morí en el acto, morí aquel día 22 de junio.
Mi madre nunca llegó a saber de mis notas, el resto del autobús, los que quedaron vivos se recuperaron y ya intentan hacer vida normal desde aquel momento.
Este relato, que tenía un final trágico, es para que nos pongamos a pensar que esto le puede suceder a cualquiera y que a lo mejor (yo en realidad no creo en esto) puede a ver una vida después de la muerte, aunque no se manifieste tan claramente como aquí, si fuese así... cuanta gente ya lo hubiese echo.
Mando mi mas sincero pésame a toda la gente que este leyendo esto, ya sea un familiar, un amigo o simplemente un conocido que haya fallecido recientemente o en alguna circunstancia parecida.